138 años José María Benito Serra

Celebración
ERICKA

Nacimiento de José María Benito Serra

Fundador de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor

Nació en Mataró España el día 11 de mayo de 1810, recordamos algo de historia escrita por el P. Antolín Pablos Villanueva (1992):

Por la situación política y religiosa de España en 1810, “la familia Serra abandonó su residencia habitual, buscando un lugar algo más tranquilo en Mataró”. “En esta hermosa ciudad del principado, quiso el cielo que naciera el niño José Serra, un sábado, día 11 del mes de mayo, el año del Señor de 1810. Según el artículo necrológico del Semanario de Mataró, vino al mundo en la casa número 7 de la calle San Agustín. Fue regenerado en las aguas bautismales al siguiente día en la iglesia parroquial de Sta. María, por el Pbro. D. Félix Illas, vicario de la misma quien le impuso el nombre de José, Eudaldo, Antonio” (P. 4).

Celebrar hoy 214 años del nacimiento de nuestro Fundador, José María Benito Serra, es agradecer a Dios, la vida de un hombre que aportó mucho a la iglesia de su tiempo y a la sociedad. Es el hombre que contempla una realidad y hace discernimiento para realizar una acción, pero en esa acción requiere involucrar a otras personas, porque considera que la tarea es grande y sólo no puede.

El Espíritu del Señor, actuó en Serra, para responder al clamor de la mujer en situación de prostitución de aquella época, pero sin duda, hoy este Espíritu, sigue aleteando, buscando personas generosas que desde sus capacidades y facultades pueda hacer posible una vida diferente a las mujeres que hoy están en situaciones similares a las de 1864.

Después de tantos años de la intervención de Serra en esa realidad nos podemos preguntar: ¿Qué diría el Padre Serra, en el día de su aniversario, sabiendo que su obra (obra de Dios), sigue vive en cuatro continentes, que su obra se extiende a diferentes razas, lenguas y naciones?

La grandiosidad de Serra, está en que escuchó la voz de Dios, en una población sufrida por el fenómeno de la prostitución, que va ligada a la pobreza y miseria de tantas mujeres. Serra, es un hombre práctico que rompe barreras, esquemas y estigmas, para liberar a las mujeres de sus ataduras. Serra, está tan convencido de que esta es la obra de Dios, que es capaz de convocar y convencer a otras personas para que ayuden en la obra.

El espíritu y compromiso del Padre Serra, sigue vivo a través de los tiempos y su obra se vivifica en diferentes continentes con sus culturas, tradiciones, lenguas, credos…..a través de cuantos creen en el propósito de la obra Oblata…la gente, fundaciones, que con sus recursos contribuye con la obra, sigue vivo, a través de las personas que donan su tiempo y sus conocimientos, sigue vivo a través de cada miembro de la familia Oblata, que es capaz de caminar con ellas haciendo vías de liberación y apostando por su felicidad. Hoy también, la misión necesita de ti… únete, y hagamos posible oportunidades para una vida más sensata, libre de ataduras y feliz para las mujeres.

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